jueves, 13 de enero de 2011

Equipo Bosque Lluvioso

Lot Campos Perez                    No.6
Sandra Patricia Cortes Fuentes  No.10
Vianey Gabriela Juarez Narciso  No. 18
Yunnue Arely Orozco  Romero  No.27
Nahum Santaella Lopez             No. 37

miércoles, 12 de enero de 2011

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La evolución entra en acción cuando, por algún motivo, se produce un cambio en el ambiente. Si este cambio es lento y gradual, la mayoría de especies se pueden adaptar a él. Pero si el cambio es abrupto, como es el caso del actual cambio climático, sólo aquellas especies con ciclos de vida cortos y muchos descendientes tienen opciones para adaptarse y sobrevivir. Precisamente, porque evolucionan rápidamente.

Adaptarse al cambio

Todos hemos oído hablar de cómo las especies por todo el mundo se están volviendo "locas" a causa de los efectos del cambio climático: las plantas florecen antes, los pájaros emigran más lejos, muchos peces huyen hacia el norte, las hojas de los árboles caen más tarde... Los humanos tenemos calendarios para medir el tiempo, y dividimos el año en estaciones, meses y días de forma muy precisa con el fin de organizar nuestras actividades. Pero para la mayoría de los seres vivos su "calendario" viene determinado por las condiciones ambientales. Eso hace que los cambios que se producen alteren su comportamiento y procesos fisiológicos.
La manera cómo el ambiente modula los procesos fisiológicos la podemos encontrar, en última instancia, en los genes. Los seres vivos están programados para responder ante las inclemencias del ambiente con soluciones escritas en sus genes. Son soluciones que aparecieron espontáneamente en sus antepasados, que se conservaron y difundieron a todos los individuos de la especie, precisamente porque quien las heredaba tenía más probabilidades de sobrevivir, reproducirse y, por lo tanto, pasarlas a sus hijos. Por este motivo, en último término, lo necesario para adaptarse a los cambios del medio ambiente, como podría ser el cambio climático, es evolucionar biológicamente.

Alteraciones en el comportamiento

En los últimos años se han descrito numerosos fenómenos de alteración de la etología (el comportamiento) y la fisiología de los seres vivos, asociados al cambio climático. No hay que ir muy lejos para encontrar ejemplos. En Cataluña, numerosos estudios han constatado alteraciones en el crecimiento de las plantas, la floración, el crecimiento y la caída de las hojas y de los frutos, y las épocas y lugares de migración de los animales. "En Cardedeu, por ejemplo, las hojas de diferentes especies de árboles caducifolios salen de media 16 días antes y caen 13 días más tarde que hace 50 años", afirma Josep Peñuelas, profesor de investigación del CREAF-CSIC que dirige un equipo especializado en el estudio de los efectos del cambio climático sobre los seres vivos. "En otro de nuestros estudios, en el Montseny, hemos observado que en las últimas décadas se han producido notables desplazamientos del hayedo, que ha ganado densidad y presencia a mayores altitudes, cerca de las carenas, y del encinar, que ha llegado hasta 1400 m. Todo constituye una muestra más de los efectos del cambio climático en combinación con los cambios de usos del suelo".
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Numerosos estudios han constatado alteraciones en el crecimiento de las plantas, la floración, el crecimiento y la caída de las hojas y de los frutos. © kirsche222 (sxc). Foto cabecera artículo: kit1578 (sxc).
La alteración del comportamiento de una especie puede tener consecuencias irreparables sobre el funcionamiento global de un ecosistema. En este sentido, ya se han detectado asincronías entre el tiempo de floración de algunas especies de plantas y sus polinizadores, organismos que mantienen a menudo una relación muy estrecha de mutua dependencia. También se alteran las relaciones de convivencia y competencia entre las especies, de manera que muchas especies que sobreviven porque aprovechan las épocas en que sus competidores, más fuertes, no son activos, podrían desaparecer. Las consecuencias sobre las actividades económicas relacionadas con la agricultura, la pesca y la ganadería son pues esperables. Aparte, hay fenómenos que afectan directamente a la salud de los seres humanos y ya se han empezado a manifestar: el alargamiento de los periodos de floración y el incremento en la cantidad de polen, que perjudican a las personas alérgicas; la ampliación de las áreas de distribución de agentes portadores de enfermedades, etc.

Animales que ya evolucionan ante el cambio climático

Lo que uno podría pensar ante este panorama de calentamiento global es: ¿por qué no evolucionan pues las especies para adaptarse al cambio climático? Precisamente, unos estudios realizados por científicos de la Universidad de Barcelona han detectado ya cambios evolutivos en una especie. Se trata de la mosca Drosophila subobscura, una especie que vive en Europa, el Oriente Próximo, el norte de África y a algunas regiones de Norteamérica y del Sur.
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La mosca Drosophila subobscura, una especie que vive en Europa, el Oriente Próximo, el norte de África y a algunas regiones de Norteamérica y del Sur. © George Gilchrist, Universidad de Clarkson.
Su aspecto es similar al de las moscas del vinagre, pero de color negro en vez de anaranjado. Sus resultados indican que ciertas características genéticas adaptativas que presentan las poblaciones del sur, donde hace más calor, están aumentando su presencia en las poblaciones septentrionales. "Algunos caracteres genéticos que asociamos a la adaptación al calor, están aumentando su frecuencia en las poblaciones del norte de Europa, de forma que las poblaciones nórdicas tienden a parecerse a las del sur", comenta Joan Balanyà, uno de los investigadores responsables de estos estudios. Estos cambios, que se podrían atribuir a la migración de las moscas del sur hacia el norte, parece que son debidos en realidad a procesos evolutivos, aunque actualmente se trabaja para confirmarlo.

Un cambio demasiado rápido

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Grupo de protobacterias Escherichia coli.© PD-LAYOUT; PD-USGOV.
Quizás las moscas, las bacterias, los grillos, etc. podrán adaptarse a las nuevas condiciones climáticas que se están produciendo. Pero, desgraciadamente, el cambio climático que vivimos hoy día es demasiado rápido como para permitir que muchas especies tengan tiempo de evolucionar y adaptarse. El cambio climático actual es resultado de las actividades humanas, fundamentalmente de aquellas que implican la emisión de gases de efecto invernadero (como el dióxido de carbono o el metano) a la atmósfera. Se trata de un proceso independiente del cambio climático natural, caracterizado por un calentamiento global muy acelerado, con consecuencias aún imprevisibles a largo plazo.
Hace miles de millones de años, los primeros seres fotosintéticos (bacterias) produjeron una alteración de la composición de la atmósfera al generar grandes cantidades de oxígeno. Este cambio significó un desastre para la vida que existía entonces, para la cual el oxígeno era tóxico. Sin embargo, como el cambio fue gradual, la evolución tuvo tiempo de actuar y dio lugar a organismos capaces de utilizar el oxígeno para respirar. Igual que aquellos seres fotosintéticos, el ser humano está transformando su entorno. El problema es que lo hace demasiado rápido, dejando muy poco margen de actuación a la evolución biológica como para permitir la adaptación y supervivencia de muchas de las especies que conocemos. Sólo aquellos protagonistas de estas historias naturales de la selección, tendrán alguna oportunidad. Y los humanos no somos en absoluto una de ellas.

COMO HAN EVOLUCIONADO LOS SERES HUMANOS

Básicamente, cuando el clima cambia, las especies tratan de seguir al clima al cual están adaptadas, de manera que se movilizan a lo largo del ambiente para mantenerse en el mismo espacio climático. Cuando hacen esto, algunas poblaciones se quedan atrás. Estas poblaciones pueden aislarse lo suficientemente como para iniciar cambios morfológicos (es decir, físicos) o genéticos. Uno puede terminar con una especie o población atrapada en un lugar donde el clima está cambiando, lo cual induciría fuerzas selectivas para que la población cambie o se extinga.
Depende mucho de la historia de vida del animal, es decir, lo que hizo el animal para sobrevivir. Si uno es un animal que no se dispersa mucho, como por ejemplo, los topos, uno esperaría que la población disminuyera, así como también su diversidad genética, porque un menor número de individuos en la población significa un menor número de genes en el pool genético. Sin embargo, si uno es un gran dispersor, como los ratones de campo, entonces lo que han visto algunos estudios es que a medida que las poblaciones disminuyen, los dispersores de otras áreas se unen a estas poblaciones y efectivamente aumentan su diversidad genética.

EVOLUCIÓN DE LOS SERES VIVOS

martes, 11 de enero de 2011

Conclusiones de los cambios genéticos de los seres vivos acerca del cambio climático

Los cambios genéticos que se han generado en los seres vivos son a causa del cambio climático que se va generando con el tiempo y los seres vivos los van adoptando para sobrevivir en el entorno , de este modo no podrán sobrevivir todos , ya que no tienen esa capacidad de adoptar nuevos cambios a su vida. 
Estos cambios de los seres humanos son una pequeña parte de lo que causa el cambio climático en la Tierra  y esto en pro de mejorar a los seres humanos los afecta uno de los ejemplos mas claros son los Osos Polares ya que los polos se derriten cada día mas y los osos ya casi no pasan tiempo en el hielo si no en la tierra y eso ya no es normal como se supone tiene que ser , pero los seres se van acostumbrando a los nuevos cambios que tiene el clima para nosotros  es así como el ser humano trata de formar parte de lo que ahora estamos pasando. 
Cambios genéticos debido al cambio climático (bilogia)-1.pptx